UNA SOLA PALABRA…..de Dios puede cambiar todo.
UNA SOLA PALABRA…..de nosotros puede negarle permiso. Cuando nosotros andamos hablando de nuestros problemas (en efecto afirmándolos, ensalzándolos), nos damos puñales a nuestra fe. Enfoquémonos pues en El Omnipotente quien–con una mera sílaba–puede derribar la montaña al valle para hacer camino plano por medio de lo visto y lo escondido.
UNA SOLA PALABRA del Señor vale más del vocabulario entero de nosotros. ¿Podemos nosotros callarnos para darle a Él el foro de hablar?