Cumpliré los votos que te hice, oh Dios, y ofreceré un sacrificio de gratitud por tu ayuda

Hoy noche el Señor me llevó a un YouTube para acordarme del Salmo 56, y para que yo se lo adelante al mundo de creyentes también! Fíjense hermanos:

1 Oh Dios, ten misericordia de mí, porque la gente me acosa. Mis enemigos me atacan todo el día. Los que me calumnian no dejan de acosarme, y muchos me atacan descaradamente. Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza. Alabo a Dios por lo que ha prometido. En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales? Siempre tergiversan lo que digo; se pasan el día tramando cómo hacerme daño. Se juntan para espiarme, vigilan cada paso que doy, ansiosos de matarme. No permitas que estos malvados se salgan con la suya; en tu enojo, oh Dios, derríbalos. Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro. Mis enemigos emprenderán la retirada cuando yo clame a ti por ayuda. Una cosa sé: ¡Dios está de mi lado! Alabo a Dios por lo que ha prometido; sí, alabo al Señor por lo que ha prometido. En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales? Cumpliré los votos que te hice, oh Dios, y ofreceré un sacrificio de gratitud por tu ayuda. Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios,en tu luz que da vida.

Una de las cosas más sobresalientes del salmo es la línea breve que dice “Cumpliré los votos que te hice, oh Dios, y ofreceré un sacrificio de gratitud por tu ayuda.” Selah, hermanos. Esto es el consuelo del Señor. Cuando nos acercamos al trono para derramarnosle las profundidades de nuestros corazones, siempre salimos refrescados, con fuerzas nuevas, y con gratitud. Hermanos, cuando nos lo sentimos así, sabemos que hemos estado en la presencia divina del todopoderoso.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *